¿Coca-cola inventó a Santa Claus?

Santa Claus, el icónico repartidor de alegría navideña, tiene sus raíces en el altruismo de San Nicolás, un obispo del siglo IV de Myra, una antigua ciudad en la región de Licia, que hoy forma parte de Turquía. Su leyenda como benefactor inspiró la tradición de dar durante la Navidad, pero la evolución hacia el Santa Claus que conocemos tuvo giros sorprendentes.

San Nicolás fue un obispo cristiano del siglo IV conocido por su generosidad. El nombre de Santa Claus proviene de «Sinterklaas», una variante en holandés de San Nicolás.

La tradición se trasladó a América con colonos holandeses. En el siglo XIX (19), el poema «Una visita de San Nicolás» popularizó a Santa Claus.

En la decada de 1930, Coca-Cola colaboró con el artista Haddon Sundblom. El objetivo fue crear un personaje familiar, que utilizara los colores de la marca, rojo y blanco. De esa forma nació la imagen actual de Santa Claus, popularizada en anuncios publicitarios.

La leyenda de San Nicolás y las tres hermanas

San Nicolás efectivamente existió, fue un obispo cristiano del siglo IV (cuarto), conocido por su generosidad.

La leyenda más conocida del obispo relata la historia de tres hermanas que vivian en un período de grandes dificultades económicas. La leyenda cuenta que estas hermanas eran hijas de un hombre que había caído en la desgracia financiera, y su situación empeoraba debido a que las hermanas no tenían «dote» para casarse. 

En la época de San Nicolás, el matrimonio solía implicar la dote, una suma de dinero o bienes que la familia de la novia proporcionaba al esposo. Esta práctica era común, y las mujeres sin dote enfrentaban dificultades para casarse, ya que la dote se consideraba una contribución esencial. 

San Nicolás, al enterarse de la situación de las tres hermanas carentes de dote, dejó en secreto bolsas de oro en las medias que estaban colgadas para secar. Dando origen a la tradición de dejar medias colgadas en navidad. 

Este gesto permitió que las hermanas tuvieran una dote y, por lo tanto, la posibilidad de casarse, evitando así una vida de dificultades económicas y posiblemente la prostitución, habitual en esas situaciones para la época. La generosidad anónima de San Nicolás en este acto benevolente se convirtió en un ejemplo atemporal de caridad y ayuda hacia aquellos que enfrentan dificultades.

La historia de San Nicolás ayudando a las hermanas sin dote refleja la realidad de esa época, donde la falta de recursos económicos en una familia podía afectar las perspectivas matrimoniales de las mujeres y eventualmente su calidad de vida.

La historia de Coca-Cola y Santa Claus

Los colonos holandeses llevaron consigo la tradición de «Sinterklaas» a América en el siglo XVII (diecisiete). Esta figura, basada en San Nicolás, se fusionó con las festividades navideñas en el Nuevo Mundo.

En el siglo XIX (diecinueve), el poema «Una visita de San Nicolás» desempeñó un papel crucial en popularizar la imagen de Santa Claus en América.

No obstante, la transformación más destacada se produjo en la década de 1930. Coca-Cola, buscando una campaña navideña impactante, se asoció con el artista Haddon Sundblom. Juntos, crearon anuncios ingeniosos que no solo definieron la imagen moderna de Santa, sino que también integraron los icónicos colores de la marca Coca-Cola: rojo y blanco.

Este enfoque no solo reforzó y popularizó la imagen de Santa Claus, sino que también vinculó la festividad navideña con los colores emblemáticos de Coca-Cola, contribuyendo a una asociación visual duradera entre la marca y la temporada navideña.

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